Rocío Celeste Cabriza Doldan
A los 5 años se le diagnostica leucemia linfoblástica aguda. Viaja a los Estados Unidos para seguir un tratamiento en el «Sloan Kettering Cancer Center» de New York, y luego de 2 años y medio finaliza el protocolo del tratamiento.
Su niñez se desarrolla con normalidad. En su adolescencia trabajó activamente en beneficio de niños enfermos de
leucemia en el Hospital de Clínicas con un grupo formado de Radio Ysapy, emisora que lleva su nombre en idioma guaraní, propiedad de su padre.
Rocío inició los encuentros mensuales con los niños enfermos, donde se les ofrece una merienda y se los agasaja; esto continua hasta hoy día y se realiza el último sábado de cada mes.
En nuestro país vimos cómo muchos familiares de los enfermos quedan a dormir en el piso cerca de sus pacientes. Así comenzamos a traer a las personas a hospedarse en mi casa y así surgió la idea de un hogar albergue. (Dr. José Tomás Cabriza)
18 años después de su cura, Rocío fallece a la edad de 22 años a consecuencia de un aneurisma cerebral.
En su homenaje se crea la «Fundación Rocío Cabriza». Entidad sin fines de lucro abocada a la ayuda de niños enfermos de leucemia.
- La fundación cuenta con Personería Jurídica según Decreto Nº 21361/2003
- RUC 80026488-6
- Oficinas en Independencia Nacional 1260. Edificio Radio Ysapy. Teléfono 595 21 440 661
«Rocío Roga» Es un albergue para niños con leucemia, dependiente de la Fundación.
El local propio actual es posible gracias a la Asociación de Amigos de Rocío, en Málaga, España, presidida por la Señora Graciela Pagani. “El 50 por ciento de los gastos del hogar cubrimos con el dinero recibido de la asociación y el resto con publicidad de la radio.
- La dirección del Albergue es Simón Bolivar Nº 248 casi Independencia Nacional
- Teléfono 595 21 447 918
- Correo electrónico info@fundacionrocio.com.py
Fundamos una solidaridad… porque el recuerdo tiene manos que suben hacia las nubes con un millón de esperanzas. Es un recuerdo bien fundado, con cimientos que busca la caridad desde el cimiento mismo de la solidaridad. Es un recuerdo que tiene mejillas y bálsamos, que de repente se vuelve refugio con brazos en el aire. Es un recuerdo sólido que se renueva en cada acción, que quiere durar para siempre. Es un recuerdo amoroso que nos limpia los pulmones para pedir lo que haga falta… Es un recuerdo que nos aviva la sangre, que nos sacude el alma, que nos renueva la piel y nos convoca para la cita diaria y que se convierte en el trocito de hazaña que nos toca cumplir. Es un recuerdo que nos envuelve el corazón como una magia. Es un recuerdo que se convierte en vida, porque la vida es amor.
